Cómo elegir la chimenea perfecta

 

En la zona de la Costa Blanca podemos decir que no tenemos apenas invierno, en los meses donde empieza el frío las temperaturas son cálidas la mayoría de días. Sin embargo, al vivir cerca del mar predomina la humedad característica cuando desaparece el sol.

Entre nuestras recomendaciones para calentar la vivienda, podemos encontrar diferentes ideas. Dependiendo la comodidad que se busque, la limpieza, evitar olores o no disponer de espacio suficiente para almacenar leña.

Lo principal es buscar asesoramiento para ver qué tipo de chimenea se puede instalar en tu vivienda. Por más que nos empeñemos en que nos puede gustar un modelo u otro, debemos tener en cuenta la instalación, la ventilación y demás necesidades requeridas.

Chimenea de pellet

Es una opción muy amigable con el medio ambiente. La chimenea funciona con un componente, el pellet que es un combustible ecológico, creado a partir de residuos de madera. Genera mucho calor y deja pocos residuos. En cuestiones de eficiencia, se considera mayor la de pellet que la de leña, además de que no existen emisiones de CO2.

Chimenea de leña

Presta atención a la calidad de la instalación y, en especial, a la extracción de humos, sobre todo en los modelos de leña tradicionales. En un modelo abierto tradicional, hasta el 70% del calor producido se escapa por la chimenea junto con los humos y los gases de la combustión.

La eficiencia de una chimenea puede verse incrementada hasta un 60% si se elige un modelo cerrado, con puerta de cristal, ya que se alcanza más temperatura.

Chimenea de gas

Requiere obra para su instalación, pero es muy funcional. Para su instalación es imprescindible que esté conectada a un suministro de gas, ya sea butano o gas ciudad. Son altamente estéticas, limpias y se pueden diseñar en dos caras, por lo que se puede colocar en espacios diáfanos. Hay modelos que permiten evitar la salida de humos.

 

Chimenea de bioetanol

Como no produce humo, no necesita ningún tipo de conducto al exterior. Las chimeneas de bioetanol no ofrecen calor residual, su quemador se enfría tan rápido como se calienta.

Si eliges un modelo de gas o bioetanol, aunque no podrás disfrutar del crepitar del fuego ni de su característico olor, tampoco tendrás que limpiar cenizas u hollín, porque ninguno de estos sistemas los genera.

En cuanto al mantenimiento, para todos los sistemas, salvo los de bioetanol, es aconsejable una revisión anual.